"Los progresos en diagnóstico de enfermedades deben ir de la mano de nuevos tratamientos"
Las patologías relacionadas con movimientos
involuntarios, generalmente asociadas a algún trastorno neurológico, son muchas.
Y su epidemiología -la cantidad de pacientes que las padecen- está en pleno
aumento.
"Los trastornos del movimiento y los temblores incontrolados son manifestaciones de muchas enfermedades neurológicas diferentes. Y son patologías cada vez más comunes. Por ejemplo, una afección cada vez más usual es el Parkinson, y se estima que hay un caso de este mal cada 1000 personas", explica el neurólogo Anthony Lang, máxima autoridad de la International Movement Disorder Society.
Pero este experto agregó otro detalle: "a medida que sube la edad de las personas, los casos se incrementan".
Las cifras estimadas para Argentina indican que la prevalencia es del 1,4% en la población mayor de 55 años, que se eleva hasta el 4,5 % en la población mayor de 85 años. A modo de ejemplo, se calcula que en un país como Argentina, hay unas 70 mil personas que sufren Parkinson.
Lang -que actualmente es investigador en el Toronto Western Research Institute- también destaca que las cifras globales de estas afeccione se están elevando.
DIAGNOSTICO SI, TRATAMIENTO NO
El especialista le comentó a Neomundo.com.ar que "un tema complejo con el que deben lidiar médicos e investigadores, es tratar de que los progresos en materia de diagnóstico temprano de las enfermedades -y sus posibles tratamientos- vayan de la mano.
"Tenemos que tratar de encontrar opciones efectivas para tratar al paciente; porque si solo logramos avanzar con la detección temprana, pero no tenemos recursos terapéuticos apropiados para tratar el problema, no le estamos brindando una ventaja al paciente".
En este momento hay muchas investigaciones que buscan detectar síntomas que puedan indicar que -en años venideros- se desarrollará un problema neurológico; pero no hay, todavía, una herramienta diagnóstica confiable en manos de los neurólogos clínicos.
Lang comenta que esta situación es similar a lo que muchos expertos en bioética se plantean acerca de si es positivo, o negativo, para el bienestar del paciente el poder hacer estudios genéticos a una persona, cuyos resultados indiquen posibles predisposiciones a que padezca ciertas patologías, para las cuales -por ahora- no hay curas ni tratamientos.
Y su opinión, polémica, es que no deberían hacerse este tipo de test en forma rutinaria, pese a que reconoce que es un fenómeno que está creciendo. Y hasta en forma extremadamente simplificada: hoy una persona puede tomarse una muestra de saliva y enviarla a analizar a un laboratorio que en pocas semanas le devolverá un informe por correo.
Lang no tiene problemas en ser categórico sobre esta posibilidad: "yo creo que esto genera muchos problemas". Y aunque reivindica el derecho a saber y elegir, considera que esos resultados deberían ser interpretados por un especialista junto al paciente.
LO QUE VIENE
Para este experto, en los próximos tiempos la medicina dedicada a la temática de los movimientos anormales verá progresos importantes en un campo particular: "es difícil predecirlo con certeza, pero creo que las grandes mejoras vendrán en nuevas opciones terapéuticas que lograrán que los actuales tratamientos -de los que disponemos- mejoren su efectividad en los pacientes".
Al mismo tiempo también es escéptico frente a otras opciones que hoy son miradas con mucha consideración en muchas especialidades, como el uso de células madre para el tratamiento de temáticas específicas como el Mal de Parkinson. (segue...) Fonte: El Vocero Hispano.
"Los trastornos del movimiento y los temblores incontrolados son manifestaciones de muchas enfermedades neurológicas diferentes. Y son patologías cada vez más comunes. Por ejemplo, una afección cada vez más usual es el Parkinson, y se estima que hay un caso de este mal cada 1000 personas", explica el neurólogo Anthony Lang, máxima autoridad de la International Movement Disorder Society.
Pero este experto agregó otro detalle: "a medida que sube la edad de las personas, los casos se incrementan".
Las cifras estimadas para Argentina indican que la prevalencia es del 1,4% en la población mayor de 55 años, que se eleva hasta el 4,5 % en la población mayor de 85 años. A modo de ejemplo, se calcula que en un país como Argentina, hay unas 70 mil personas que sufren Parkinson.
Lang -que actualmente es investigador en el Toronto Western Research Institute- también destaca que las cifras globales de estas afeccione se están elevando.
DIAGNOSTICO SI, TRATAMIENTO NO
El especialista le comentó a Neomundo.com.ar que "un tema complejo con el que deben lidiar médicos e investigadores, es tratar de que los progresos en materia de diagnóstico temprano de las enfermedades -y sus posibles tratamientos- vayan de la mano.
"Tenemos que tratar de encontrar opciones efectivas para tratar al paciente; porque si solo logramos avanzar con la detección temprana, pero no tenemos recursos terapéuticos apropiados para tratar el problema, no le estamos brindando una ventaja al paciente".
En este momento hay muchas investigaciones que buscan detectar síntomas que puedan indicar que -en años venideros- se desarrollará un problema neurológico; pero no hay, todavía, una herramienta diagnóstica confiable en manos de los neurólogos clínicos.
Lang comenta que esta situación es similar a lo que muchos expertos en bioética se plantean acerca de si es positivo, o negativo, para el bienestar del paciente el poder hacer estudios genéticos a una persona, cuyos resultados indiquen posibles predisposiciones a que padezca ciertas patologías, para las cuales -por ahora- no hay curas ni tratamientos.
Y su opinión, polémica, es que no deberían hacerse este tipo de test en forma rutinaria, pese a que reconoce que es un fenómeno que está creciendo. Y hasta en forma extremadamente simplificada: hoy una persona puede tomarse una muestra de saliva y enviarla a analizar a un laboratorio que en pocas semanas le devolverá un informe por correo.
Lang no tiene problemas en ser categórico sobre esta posibilidad: "yo creo que esto genera muchos problemas". Y aunque reivindica el derecho a saber y elegir, considera que esos resultados deberían ser interpretados por un especialista junto al paciente.
LO QUE VIENE
Para este experto, en los próximos tiempos la medicina dedicada a la temática de los movimientos anormales verá progresos importantes en un campo particular: "es difícil predecirlo con certeza, pero creo que las grandes mejoras vendrán en nuevas opciones terapéuticas que lograrán que los actuales tratamientos -de los que disponemos- mejoren su efectividad en los pacientes".
Al mismo tiempo también es escéptico frente a otras opciones que hoy son miradas con mucha consideración en muchas especialidades, como el uso de células madre para el tratamiento de temáticas específicas como el Mal de Parkinson. (segue...) Fonte: El Vocero Hispano.
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